Em mensagem que deve ter a chancela da Unasul, há uma mentira escandalosa sobre a Constituição brfasileira
A coisa em
si já seria espantosa. E mais estupefaciente se torna quando atentamos
para o conteúdo do texto, que segue em espanhol, perfeitamente
compreensível. Leiam. Comento em seguida.
Señor Presidente:
Los
resultados conocidos el pasado domingo segun los cuales la Cámara de
Diputados del Brasil se declara favorable a la continuación del proceso
de destitución en curso contra la señora Presidente de Brasil, doña
Dilma Rousseff, me mueven a someter a su consideración algunas
inquietudes que considero de señalada importancia para garantizar la
estabilidad política de la región.
La
Secretaria de UNASUR ha venido haciendo, desde hace varias semanas, un
seguimiento cercano del curso que lleva este proceso. En desarrollo de
ésta tarea, la Secretaría ha expresado de manera pública y siempre
respetuosa del Estado de Derecho su preocupación por el avance del
expediente sin que hasta el momento exista ni una sola imputación que
vincule de manera personal y directa a la señora Presidente con la
comisión de algún delito.
Es claro-
como lo establece la propia Constitución de Brasil -que en el
juzgamiento de la conducta del Presidente de la República debe
distinguirse claramente entre los actos que tengan que ver con las
responsabilidades propias del ejercicio del cargo presidencial y los que
se relacionan con su propio comportamiento como persona. Las faltas de
carácter administrativo no pueden ser aludidas para justificar el
desconocimiento del mandato popular otorgado a un Presidente. Aceptar
ésta interpretación llevaría a la peligrosa criminalización de la
gestión ejecutiva y abriría las puertas para que, en el futuro, por una
simple combinación de fuerzas parlamentarias de oposición, se desconozca
en cualquier país la legitimidad de un Presidente elegido
democráticamente.
Como bien
lo ha señalado el Secretario General de la OEA, don Luis Almagro, al
señalar su coincidencia con la posición aquí expresada, el cambio de
mayorías parlamentarias para forzar el relevo de un gobierno, propio de
los sistemas parlamentarios, no opera en los escenarios
presidencialistas que siguen los sistemas políticos latinoamericanos.
Y aunque
serán el Senado de la Republica y más tarde, el propio Tribunal
Supremo de Justicia( si el juicio prospera) los que deben valorar si
estos denominados por la Constitución del Brasil “crímenes de Estado” (
Articulo de la CN) pueden servir de base o no para un procesamiento
de la Presidente, el tema no puede esperar hasta entonces, señor
Presidente, ya que la sola continuación del proceso a partir unas
premisas inválidas desde el punto de vista democrático puede llegar a
representar una grave amenaza para la democracia hemisférica y porque
existe la inminente posibilidad de que una decisión en favor de
continuar el proceso de destitución conlleve al retiro temporal de la
señora Presidente quien ha señalado de manera expresa que esta
posibilidad y la consiguiente asunción del mando por el señor
Vicepresidente significaría, en la práctica, un “golpe de Estado” que
profundizaría las dificiles condiciones de gobernabilidad democrática
que hoy se viven en el país por el ánimo de algunos poderes fácticos
por acelerar la salida de la señora Presidente.
En
síntesis, señor Presidente, en las arriba condiciones descritas la
región es claro que la región enfrenta una “amenaza de ruptura
democrática” que “pone en riesgo el legitimo ejercicio del poder “ en
Brasil en los términos previstos por el Articulo 1 del Protocolo
Adicional al Tratado Constitutivo de UNASUR sobre compromiso con la
Democracia razón que me lleva a solicitar de su parte y la de los
señores Presidentes “interponer sus buenos oficios y realizar las
gestiones diplomáticas” previstas en el articulo 5º del mismo Protocolo
para preservar el orden democrático brasileño. Asi mismo, para “alertar”
a la opinión sobre los riesgos de esta posible ruptura que tendría
serias consecuencias hemisféricas.
Al
reiterarle mi disposición para atender sus indicaciones y preocupaciones
en este caso aprovecho la oportunidad para hacerle llegar a usted,
señor Presidente y al señor Canciller mi cordial y atento saludo.
Retomo
A carta se assenta numa mentira escandalosa, a saber:
“Es claro- como lo establece la propia Constitución de Brasil -que en el juzgamiento de la conducta del Presidente de la República debe distinguirse claramente entre los actos que tengan que ver con las responsabilidades propias del ejercicio del cargo presidencial y los que se relacionan con su propio comportamiento como persona. Las faltas de carácter administrativo no pueden ser aludidas para justificar el desconocimiento del mandato popular otorgado a un Presidente. Aceptar ésta interpretación llevaría a la peligrosa criminalización de la gestión ejecutiva y abriría las puertas para que, en el futuro, por una simple combinación de fuerzas parlamentarias de oposición, se desconozca en cualquier país la legitimidad de un Presidente elegido democraticamente”
A carta se assenta numa mentira escandalosa, a saber:
“Es claro- como lo establece la propia Constitución de Brasil -que en el juzgamiento de la conducta del Presidente de la República debe distinguirse claramente entre los actos que tengan que ver con las responsabilidades propias del ejercicio del cargo presidencial y los que se relacionan con su propio comportamiento como persona. Las faltas de carácter administrativo no pueden ser aludidas para justificar el desconocimiento del mandato popular otorgado a un Presidente. Aceptar ésta interpretación llevaría a la peligrosa criminalización de la gestión ejecutiva y abriría las puertas para que, en el futuro, por una simple combinación de fuerzas parlamentarias de oposición, se desconozca en cualquier país la legitimidad de un Presidente elegido democraticamente”
Traduzo para que fique mais claro:
“É claro, como estabelece a própria Constituição do Brasil, que, no julgamento da conduta do presidente da República, deve-se distinguir claramente entre os atos que tenham que vem com as responsabilidades próprias do exercício do cargo presidencial e os que se relacionam com o seu próprio comportamento como pessoa. As faltas de caráter administrativo não podem ser evocadas para justificar a interrupção do mandato popular outorgado a um presidente. Aceitar essa interpretação levaria à perigosa criminalização da gestão executiva e abriria as portas para que, no futuro, por uma simples combinação de forças parlamentares de oposição, de deixe de reconhecer, em qualquer país, a legitimidade de um presidente eleito democraticamente”.
“É claro, como estabelece a própria Constituição do Brasil, que, no julgamento da conduta do presidente da República, deve-se distinguir claramente entre os atos que tenham que vem com as responsabilidades próprias do exercício do cargo presidencial e os que se relacionam com o seu próprio comportamento como pessoa. As faltas de caráter administrativo não podem ser evocadas para justificar a interrupção do mandato popular outorgado a um presidente. Aceitar essa interpretação levaria à perigosa criminalização da gestão executiva e abriria as portas para que, no futuro, por uma simples combinação de forças parlamentares de oposição, de deixe de reconhecer, em qualquer país, a legitimidade de um presidente eleito democraticamente”.
A grande mentira
De fato, a Constituição distingue a conduta criminal propriamente, as infrações cometidas pela “pessoa”, dos crimes de responsabilidade. Só que as duas podem resultar no impeachment do presidente. E ainda há uma terceira hipótese: os crimes de improbidade administrativa.
De fato, a Constituição distingue a conduta criminal propriamente, as infrações cometidas pela “pessoa”, dos crimes de responsabilidade. Só que as duas podem resultar no impeachment do presidente. E ainda há uma terceira hipótese: os crimes de improbidade administrativa.
O senhor Marco Aurélio não deve ter lido a Constituição. Refresco a memória dele. Vamos ver o que diz o Artigo 85:
Art. 85. São crimes de responsabilidade os atos do Presidente da República que atentem contra a Constituição Federal e, especialmente, contra:
I – a existência da União;
Art. 85. São crimes de responsabilidade os atos do Presidente da República que atentem contra a Constituição Federal e, especialmente, contra:
I – a existência da União;
II – o livre exercício do Poder Legislativo, do Poder Judiciário, do
Ministério Público e dos Poderes constitucionais das unidades da
Federação;
III – o exercício dos direitos políticos, individuais e sociais;
IV – a segurança interna do País;
V – a probidade na administração;
VI – a lei orçamentária;
VII – o cumprimento das leis e das decisões judiciais.
Parágrafo único. Esses crimes serão definidos em lei especial, que estabelecerá as normas de processo e julgamento.
Como resta
claríssimo, um presidente comete crime de responsabilidade se atentar
contra qualquer dispositivo constitucional. E o crime é especialmente
grave se incorrer em um dos sete incisos listados acima. O VI trata
justamente do atentado à lei orçamentária, razão por que a Câmara
autorizou o Senado a abrir o processo contra Dilma. Observem que nenhum
dos crimes listados acima diz respeito a crime comum. Mas Marco Aurélio
também tem de ler o Artigo 86:
Art.
86. Admitida a acusação contra o Presidente da República, por dois
terços da Câmara dos Deputados, será ele submetido a julgamento perante o
Supremo Tribunal Federal, nas infrações penais comuns, ou perante o
Senado Federal, nos crimes de responsabilidade.
§ 1º O Presidente ficará suspenso de suas funções:
§ 1º O Presidente ficará suspenso de suas funções:
I – nas infrações penais comuns, se recebida a denúncia ou queixa-crime pelo Supremo Tribunal Federal;
II – nos crimes de responsabilidade, após a instauração do processo pelo Senado Federal.
- 2º Se, decorrido o prazo de cento e oitenta dias, o julgamento não estiver concluído, cessará o afastamento do Presidente, sem prejuízo do regular prosseguimento do processo.
- 3º Enquanto não sobrevier sentença condenatória, nas infrações comuns, o Presidente da República não estará sujeito a prisão.
- 4º O Presidente da República, na vigência de seu mandato, não pode ser responsabilizado por atos estranhos ao exercício de suas funções.
Vejam ali:
as infrações penais comuns podem afastar um presidente, sim! Mas também
os crimes de responsabilidade, ora bolas! Num caso, ela é processada e
julgada pelo Supremo; no outro, pelo Senado.
Assim, a carta de Marco Aurélio, que ele pretende transformar numa resolução da Unasul é mentirosa! O que não surpreende.
Finalmente
Dilma já deixou claro que espera que o Mercosul puna o Brasil se ela cair. E há essa outra bobagem da Unasul. Querem saber? Tomara que os dois entes realmente resolvam nos expulsar, não é? Mercosul e Unasul são dois atrasos de vida, dos quais o Brasil deve se livrar mesmo. Quem sabe o país seja aceito como membro convidado da Aliança do Pacífico. Seria um ganho e tanto.
Dilma já deixou claro que espera que o Mercosul puna o Brasil se ela cair. E há essa outra bobagem da Unasul. Querem saber? Tomara que os dois entes realmente resolvam nos expulsar, não é? Mercosul e Unasul são dois atrasos de vida, dos quais o Brasil deve se livrar mesmo. Quem sabe o país seja aceito como membro convidado da Aliança do Pacífico. Seria um ganho e tanto.
E, claro,
tenho de lembrar que a indignidade de Dilma nesse episódio é maior do
que parece. Quando o Paraguai depôs legalmente Fernando Lugo, a
presidente brasileira, em companhia de Cristina Kirchner, patrocinou a
suspensão daquele país do Mercosul. Como o Senado paraguaio se negava a
aceitar a entrada da Venezuela no bloco, as duas mandatárias
aproveitaram aquele momento para abrigar os tarados bolivarianos no
bloco. Vale dizer: Dilma suspendeu uma democracia do Mercosul para
abrigar uma ditadura.
Dilma, em suma, é uma golpista
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